4.11.07

Una dura piedra

En cuanto a Lacan para él lo real está relacionado con la cosa, entendida como realidad muda, como algo extraño y ajeno al significado; la cosa se caracteriza por el hecho de que nos es imposible imaginarla. La idea que el arte pude proporcionar una vía de acceso a lo real y a la cosa es, en término estrictamente lacanianos insostenible; de hecho, el arte, según su opinión, pertenece al orden simbólico, y no al real. Sin embargo, no es imposible repetir hoy, con referencia a la cosa lacaniana, la operación llevada a cabo en el siglo XIX por Schopenhauer respecto a la cosa en sí kantiana, es decir, atribuir al arte la facultad de establecer una relación más directa y esencial con entidades inaccesibles al pensamiento racional.
Perniola. El arte y su sombra. p.24

Lacan distinguía tres planos de aproximación a la realidad, el plano simbólico, el imaginario y el resueltamente real. Lo real podemos considerarlo como lo inefable en sí, una piedra dura ajena a las fisuras que podían permitir su comprensión. Lo simbólico, en el grado en el que cada objeto conforma un significado con el cual podemos acercarnos a él desde el efecto de la relación entre conjuntos (es Cassirer el primero en reivindicar la forma simbólica como la predominante en el acercamiento del hombre al mundo) Y por último, lo imaginario, entendido como la formación de imágenes. En lo imaginario Perniola distingue dos concepciones del arte actual que sustituyen en cierto modo al arte, por un lado la moda y por el otro los mass-media. Ajenos ontológicamente al arte, estas dos formas de lo imaginario actual se relacionan constantemente con el arte.
Ante esto, la pregunta que nos concierne es qué hace de una imagen una imagen artística, suponiendo que sólo podemos conocer imágenes de objetos artísticos que nos provoquen disrupción y, por tanto, desvelamiento. La disrupción es consecuencia de la anulación completa de la emoción que no deja de ser el último bastión del mecanismo de defensa que es la percepción. Si la imagen es a fin de cuentas una mediación, ¿por qué provoca un conocimiento la imagen artística (atendiendo a Baumgarten) que va más allá de lo racional? Un conocimiento por tanto más directo, que se hace superior a la razón y a la experiencia, ya que de ambas necesita la aisthesis para su asimilación.
Sería conveniente abordar una fenomenología de la mediación que produce la imagen artística, si bien, en cierto modo podríamos considerar redundante esta propuesta, al concebir los estudios fenomenológicos como un método de mediación. El fenómeno, lo que se aparece, por muy directa que sea su asimilación no deja de ser un media para el conocimiento de la cosa en sí, que, volviendo a Lacan, en el plano de lo real, es intransigente como una dura piedra.

1 comentario:

Javier Pantoja dijo...

Pienso en esta frase y creo que no estoy de acuerdo conmigo mismo en mi propia argumentación. ¿La disrupción produce desvelamiento? Si la frase siguiente es cierta y creo que lo es: La disrupción es consecuencia de la anulación completa de la emoción que no deja de ser el último bastión del mecanismo de defensa que es la percepción. El desvelamiento no puede ser causado por la disrupción.
Habrá que darle mas vueltas.