17.10.05

El viento entre las ramas


“The Mole had been working very hard all the morning, spring-cleaning his little home…” Con esta frase se inicia la imprescindible novela de Kenneth Grahame El viento entre los sauces. Escrita en 1908, supuso un hito para la literatura inglesa, y su influencia en los cuentos escritos para niños y adolescentes aún perdura hasta nuestros días. La humanización de los animales, su vida contada como si de una familia de época victoriana con casa solariega se tratara, trajo todo un halo de controlada fantasía en su intento, de veras conseguido, de socializar las relaciones entre los integrantes del reino animal. La analogía, vista así, siempre implica un esfuerzo imaginativo, y Grahame la potenció hasta la extenuación.

El pintor Juan Ángel de la Calle presenta en la Galería Benot sus últimas obras. Por la ramas, supone una selección de sus últimos trabajos tras series tan consagradas como Libros y santos, donde convirtió al libro en un objeto plástico y en santos a lo más granado del mundillo del arte.

Las ramas pintadas sostiene pequeñas figuras humanas, distintos objetos sobre un fondo que no deja de ser un cielo abierto. El tiempo parece ausente ante lo complejo de la maraña y los distintos personajes detenidos en la contemplación del fondo. Parecieran vivir allí, ser gente pequeña, ahí alojada, dispersa por su propia y particular rutina. De este modo, la imaginación hace posible la realidad que el cuadro representa.

Superposiciones imposibles de objetos, formas y figuras que quedan armonizadas por el sostén de la trama. Y todo ello, descrito con una técnica pictórica cercana a los presupuestos hiperrealistas: minuciosa, certera, y eficaz. Así, De la Calle hace taxonomía de la imaginación, al igual que Grahame, mientras que el viento sopla y sopla entre las ramas de los sauces.


Por las ramas
Galería Benot
Hasta el 30 de octubre

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