17.5.06

La movida y la mesa camilla


Una vez más ha ocurrido. La década ha comenzado a mitad de la década, originando el rescate de símbolos sociales y artísticos de 20 años atrás. La movida madrileña, nunca olvidada del todo, siempre añorada, y referente idealizado de marco artístico sin precedentes ni sucesores, ha sido recuperada oficialmente a través de un sinfín de ediciones de discos recopilatorios y de debates televisivos.
Apresuradamente, debemos aclarar un hecho: no hay motivos para hablar de movida madrileña más allá de 1985. De hecho, todo había empezado bastante antes; al menos en 1977, cuando Alaska comenzó a relacionarse con El Zurdo, Carlos Berlanga y Nacho Canut. Pronto, el grupo empezó a frecuentar el piso que, en el número 14 de la calle de La Palma, habitaban dos pintores llegados de Cádiz, quizá los máximos representantes del elemento periférico que, tan decisivamente, contribuyó a la entonces incipiente movida.
En torno a la mesa camilla de aquella casa, se concentraron la mayoría de los artistas que luego serían relacionados con ese momento. Por el legendario inmueble desfilaron, con mayor o menor fortuna, todas las personalidades identificables con la movida: Almodóvar, Santiago Auserón, Tino Casal... La implacable mordacidad de Enrique, aunque matizada por la dulzura de Juan, condicionaba irremisiblemente el retorno a La Palma 14, dando lugar así a esa suerte de Factory patria con la que, a menudo, se la ha tendido a identificar.
La presencia de Costus sería capital e ineludible en un museo imaginario de aquellos años: ilustración de portadas para Alaska y los Pegamoides, diseño de vestidos con los que Fabio de Miguel (McNamara) presentaba a éstos en sus conciertos, la decoración de La Vía Lactea (pub de referencia), o la aparición de muchos protagonistas del Madrid de los primeros ochenta en su obra (Saga Vampírica, Valle de los Caídos) son algunos de los motivos; pero más allá de estos ejemplos concretos, los vínculos de Costus con la movida son, sobre todo, emocionales y conceptuales, los ligados a un momento donde la creación se revistió, por encima de todo, de inocencia, independencia, honradez y espontaneidad, pero esa es otra historia...

Por Isaac Lobatón (firma invitada)

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