21.3.05

Los inicios del retrato burgués

El 30 de junio de 1465 Hans Memling fue registrado como ciudadano de Brujas. Había nacido unos treinta años antes en la pequeña villa alemana de Seligenstadt, cerca de Frankfurt y, probablemente antes de su llegada a Flandes, pasó algún tiempo formándose como pintor en un taller germano. Su marcado estilo cercano a los modelos estéticos defendidos por Rogier van der Weyden hace pensar en el hecho de que colaborara o fuera discípulo del afamado maestro flamenco durante los primeros años de su estancia en la ciudad belga. Cuando habiendo obtenido la ciudadanía pudo abrir su propio taller hasta su muerte acaecida a fines de siglo, Menling consiguió crear un modelo de retrato que adquiriría una notable fama en toda Europa.

A mediados del siglo XV Brujas era el mayor puerto de Europa debido principalmente al comercio de lana. Las antiguas rencillas entre la corte borgoñona y la pujante burguesía de la ciudad habían quedado superadas en pos de una estabilidad económica y política que facilitara los negocios. Es esta burguesía, basada principalmente en el comercio y las finanzas, junto a los gremios de artesanos los que se constituyen como principales clientes de los pintores flamencos del momento. En este contexto histórico nace la importante tradición del retrato en la escuela flamenca, ya que la representación de los donantes en cuadros de temática religiosa fue poco a poco adquiriendo relevancia por sí misma ajena al objeto de piedad. Los trípticos y dícticos destinados a la devoción privada fue una de las representaciones que alcanzaron mayor fama entre los comitentes. La figura se presenta de medio cuerpo y en tres cuartos, dirigiéndose hacia la tabla principal de contenido religioso y en actitud orante. Esta tipología es genuinamente neerlandesa, y pudo ser inventada por van der Weyden, pero es Menling quien la lleva a altas cotas de excelencia.

Entre la extensa nómina de pintores flamencos que a mediados del siglo XV trabajan en Brujas, Memling se destacó por integrar un fondo de paisaje en los retratos. Si bien es cierto que con anterioridad este recurso compositivo había sido utilizado por Jan van Eyck, su uso por el artista alemán es ejemplar. En primer término el retratado en la actitud anteriormente descrita con los rasgos diluidos por sucesivas capas de veladuras, luego, en contraposición un suave pero detallado fondo de paisaje, el cual estructura la composición y la perspectiva de la obra. Si bien pintó retratos con fondo liso, el modelo con el paisaje al fondo triunfó en países como Italia, donde fue copiado por artistas como Botticelli o Leonardo da Vinci.
Menling fue el retratista de más éxito de los Países Bajos Borgoñones, y precursor en buena medida del gran retrato renacentista italiano. Por ello, el Museo Thyssen dentro su programa Contextos de la Colección Permanente, presenta esta exposición en colaboración con el Groeningemuseum de Brujas y la Frick Collection de Nueva Cork a cuyas sedes viajará posteriormente. Treinta tablas en total venidas de diversas instituciones que permiten acercarse a las innovaciones y tipología que el artista fue introduciendo en el retrato a lo largo de toda su carrera.

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