24.5.05

Ciento diecisiete mujeres

Ciento diecisiete mujeres, ciento diecisiete rostros, ciento diecisiete miradas que te observan mientras las miras, una tras otra... Paseas... las ves apoyadas en las paredes, rotundas, contundentes, resueltas. Deambulas indeciso durante un rato. Atraído, te armas de valor para colocarte junto a una de ellas, frente a frente. Escudriñas su cuerpo, haces memoria con su rostro, con su gesto decidido que conforma toda su figura. Ella permanece impertérrita, en esa impavidez que es más una forma de amenaza que una muestra de aplomo. Recuerdas en ese momento que se llamaba Brigitte, Briggitte Bardot.

Ya, de cerca, admiras la potencia del trazo, la fuerza de dos colores opuestos que al configurar un cuerpo femenino, lo estiran y lo deforman hasta la aberración, hasta hacer más presente la expresión, el sentimiento, la furia del artista que lo pintó. Fue Antonio Saura en 1959.

Entre 1949 y 1997 Antonio Saura (Huesca, 1930-Cuenca, 1998) realizó un amplio conjunto de obras cuya temática giraba en torno a la mujer. Organizada en diversas series a lo largo de toda su trayectoria artística Damas, Desnudos, Superposiciones, Damas affiches, Damas en techicolor... abarcan desde las representaciones menos conocidas de su época surrealista hasta las más cercanas al lenguaje expresionista. Las obras, realizadas en técnica mixta, mina de plomo, óleo, collague, tinta china sobre papel proceden de la Sucesión Antonio Saura, de la Fundación Juan March, lugar donde se realiza la exposición y de una colección particular.

Fundador del grupo El Paso, pionero en la renovación de las artes plásticas españolas en la mitad del siglo XX, participó con un discurso audaz en la transformación de la vanguardia sin abandonar en sus obras los elementos figurativos que entendía como referenciales. La imagen de la mujer fue utilizada como soporte y pretexto para la acción expresiva. La ironía, el desgarro, la fuerza... el temperamento del artista, a fin de cuentas, objetivado a través de la obra de arte, de la representación de un cuerpo. Bustos, mujeres-paisaje, damas, retratos imaginarios, protagonistas femeninos, desnudos monstruosos, atormentados, radicales, individuos, muchedumbre, todo un repertorio iconográfico que hace de la mujer una de las mayores fuentes de inspiración del artista tanto en su faceta plástica como literaria.

Escribía su obra el propio artista en 1992: “El cuerpo de la mujer, presente en la mayoría de mis cuadros y dibujos a partir de 1954, reducido muchas veces a su más elemental presencia y sometido a toda clase de tratamientos teratológicos, podría parecer un ejemplo de continuidad en la constante y afirmativa presencia del ser humano en el arte español, siendo ante todo un apoyo estructural para no perderse, para no hundirse en una actividad pictórica sin control donde el caos y la desmesura anulen la afirmación...”Saura. Damas podrá contemplarse hasta el 19 de junio. La exposición viene acompañada de un interesante catálogo con ensayos de Francisco Calvo Serraller y una selección de textos del propio artista.

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