27.9.05

Hacia la orilla


A modo de las grandes misiones de exploración fomentadas por la ilustración europea, en 1984 el gobierno francés encargó a distintos fotógrafos de renombre internacional crear un retrato compositivo de la Francia de los ochenta, así como documentar la evolución que experimentaba la propia sociedad francesa en función del entorno por ella creado o transformado. El proyecto recibió el nombre de Misión Fotográfica DATAR. Tras la presentación de los trabajos de los distintos artistas recogidos en su mayoría en diferentes libros y catálogos, la idea fue exportada y asumida por otras ciudades y países europeos, planteado sus conclusiones cuestiones como la dificultad de interpretar los vertiginosos cambios sociales y nuevos modos de comportamiento, abriendo vías de discusión que aún hoy continúan vigentes. La importante difusión de este modelo ha enriquecido la relación entre la investigación fotográfica y los encargos públicos y, sobretodo, entre la fotografía artística del entorno urbano o natural y la planificación urbanística y territorial.

Este encargo público tuvo gran importancia en la carrera del fotógrafo milanés Gabriele Basilico, que desde sus comienzos en 1978 había tenido como objeto y campo de trabajo la arquitectura y el paisaje urbano, abriendo su obra al paisaje natural. Basilico comenzó su carrera en 1973, año en que se licenció en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Milán. Posee una amplia y diversa trayectoria artística que le ha proporcionado gran prestigio internacional, siendo considerado uno de los fotógrafos que mejor ha tratado el paisaje urbano y habiendo realizado numerosos trabajos en ciudades como Italia, Francia, Holanda, Alemania, Suiza, Austria, España y Portugal. Es de destacar en su producción, la serie desarrollada en 1991 en Beirut, donde se reflejaba una ciudad aún devastada por la guerra. Sus obras figuran en las colecciones de los principales museos e instituciones internacionales.


El trabajo de Gabriele Basilico para este proyecto fue recogido en un libro que apareció en 1990, seguido de una exposición. Ahora la Caja de San Fernando presenta una nueva edición de esta publicación que contiene un mayor número de fotografías, un total de 55 imágenes seleccionadas por el propio autor entre las creaciones de la misión DATAR, una parte significativa de las mismas se encontrarán expuestas en la Casa Pemán con el sugerente título de Bord de Mer hasta el 25 de septiembre.

Fotografía tras fotografía se recorren distintas ciudades de la costa francesa desde el detalle de sus calles, edificios y vistas. Desprovistas de lo humano, las construcciones, rotundas en su blanco y negro, quedan como vestigios de lo que la fotografía niega conscientemente para hacerlo más patente, a saber, que la casa fue construida, que la calle también y que la ciudad no deja de ser un nuevo entorno. Un nuevo medio, a fin de cuentas, que lucha contra uno preexistente que no va más allá de una naturaleza que aun en su fuerza sólo se intuye. Luego, en muchas de las imágenes, el mar al fondo, la orilla, el pequeño límite entre dos estados, sutil frontera, metáfora de lucha entre lo inconsistente y lo firme, entre lo construido y lo perenne.

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