20.11.05
La ciudad modular
Miquel Navarro (Valencia, 1945) se formó académicamente en la escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, iniciando su trayectoria artística en 1964, con una serie de retratos de corte expresionista. Junto a Carmen Calvo aprendió la técnica de la cerámica en una fábrica local, técnica fundamental en toda su producción y que le abrió las puertas de la ovetense Galería Tassili en 1972, año de su primera exposición individual. La primera Ciudad, instalación compuesta de elementos modulares, repetitivos y de formas geométricas agrupadas en composiciones que simulan el entramado urbano, fue expuesta en 1974 en el Colegio de Arquitectos de Valencia. Los elementos de estas ciudades, que han otorgado fama internacional al artista, pueden considerarse como pequeñas esculturas autónomas entre los que destacan sus tótems, guerreros, falos a modos de edificios y canalizaciones. En 1980, el Guggenheim de Nueva York le dedicó una memorable exposición individual, siendo en la década de los ochenta cuando inició su actividad artística se extendió al diseño de escenografías. La concesión en 1986 del Premio Nacional de Artes Plásticas vino a confirmar a Miquel Navarro como uno de los grandes del arte contemporáneo español actual.
Con motivo de la donación por parte del artista de más de quinientas obras pertenecientes a todos los periodos relevantes de su producción, el IVAM ha organizado una exposición a partir de una selección de ese fondo fechadas entre 1964 y 2004.. Comisariada por Consuelo Císcar, la muestras incluye desde sus primeros trabajos, estudios de figuras realizados con tinta hasta tres de sus instalaciones, pasando por fotografías y una amplia muestra de esculturas de pequeño y mediano formato. Lo más interesante de la exposición es la gran cantidad de material inédito que exhibe donde se puede ahondar en las temáticas que han recorrido la producción del artista durante años, tales como la fascinación por la luna, el carácter modular de la ciudad, el cuerpo humano y su relación con la arquitectura.
La exposición se inicia con la instalación Solar, una de sus muchas ciudades, en este caso de aluminio y zinc. La primera sala muestra la serie de pinturas al esmalte sobre Insectos y larvas de 1968, realizadas en los inicios de su carrera. El estudio de la relación de la arquitectura con el cuerpo humano, así como la investigación del vocabulario plástico ejemplificado en su labor como escultor son los motivos de las dos salas posteriores. Por último, y otorgándole a la exposición cierto tono onírico, la última sala se encuentra dedicada a la Luna, tótem e hito para gran parte de la obra del artista. Una buena oportunidad para recorrer la obra de un creador indispensable en los últimos treinta años de arte contemporáneo en España.
Miquel Navarro en la colección del IVAM
Institut Valencià d'Art Modern. Valencia
Hasta el 26 de febrero
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